Un hecho importante en nuestra Historia es la desaparición del último territorio de al-Andalus, veamos muy someramente que sucedió.
En 1212 los Almohades fueron derrotados en la batalla de las Navas de Tolosa y se abre la conquista del valle del Guadalquivir. Hacia 1250 parecía que la conquista estaba prácticamente terminada. Quedaban las provincias de Granada, Almeria y Cadiz que se instituirán como el Reino de Granada, cuya conquista duró desde el 1252 al 1492. Si duro tanto es porque los cristianos no pudieron hacer frente a semejante campaña, Alfonso X tuvo que lidiar con conflictos internos en Castilla.
El reino de Granada parte de una pequeña taifa proclamada por Mohammed Ibn Yusuf que decía ser descendiente de un compañero de Mahoma. Entre 1236 y 1238 se proclama rey de Al-Andalus y de Granada y llega a un acuerdo con Fernando III y le empieza a pagar parias.
Granada se tornará importante pues en la Europa del siglo XIII apenas se tiene reservas de oro, que es el patrón de acuñación. El oro que corre por Europa es fundamentalmente africano y el reino de Granada era vital para la redistribución mediante el comercio por Europa. De todas formas el reino entre los siglos XIV y XV sufre unas convulsiones políticas incesantes. Muchos personajes son reyes en distintos periodos- como Muhammed V que lo es hasta en cinco ocasiones-. Mientras en Castilla iba fluyendo el oro de las parias que propició la construcción de grandes familias aunque se uso de manera suntuaria.
Una crisis internacional convulsionó el mundo medieval. A final del siglo XV los turcos se hacen con Constantinopla, quedando la puerta a Europa abierta. Empieza haber miedo porque Granada sea cabeza de puente para la entrada en Europa de los Turcos, además se sabe que los mudéjares empezaron a festejar las conquistas.
La política de la península acabó confluyendo en la unión exclusivamente dinástica del territorio. En 1482 comienza la guerra contra Granada. Durara diez años de combates y en 1492 deja de existir oficialmente el territorio de Al-Andalus con la entrega mediante pactos de capitulación del Reino de Granada que pasó a manos de la corona castellana.
Lo que no acabó fue la presencia musulmana en el territorio, se propició un status quo y podían practicar su religión y vivir en la ciudad. Pero los pactos fueron incumplidos sistemáticamente pos los Reyes Católicos y en 1502 se decreta el bautismo obligatorio para los musulmanes de Castilla. La mayoría de los mudéjares pobres se convierten – los ricos podían pagar el viaje-. En Aragón no fue hasta 1526 cuando se decreta el bautismo.
Pero aun así tampoco desaparecen pues convertidos en moriscos seguirían practicando de forma oculta su religión, aunque perdiendo gran parte de su cultura árabe como nos demuestra sus escritos aljamiados.
Son expulsados en 1609, pero en las últimas investigaciones se ha descubierto en un pequeño nuclero- en torno al 15%- regresa a sus pueblos en conveniencia de las autoridades y vecinos. Ademas las últimas investigaciones relacionan el oficio de quincallero con muchos de estos musulmanes que vivirán de manera errática diluyéndose entre la sociedad.